En una olla grande en la que meter el filtro, agua caliente y media taza de bicarbonato sódico.
Hierve el agua en la olla y añade el bicarbonato poco a poco. Y decimos poco a poco por la efervescencia que produce en el agua caliente, así que ten precaución.
Cuando esté todo añadido, incluye el filtro. Verás como todo el agua se llena poco a poco de grasa.
Para hacer aún más profunda la limpieza puedes añadir unas gotas de vinagre blanco y un poco de jabón líquido.
El antes y el después de este proceso es absolutamente fascinante. Puedes tener preparada otra olla con agua limpia para quitar restos de jabón y residuos una vez hecha la limpieza. Deja secar al aire y perfecciona con papel absorbente. ¡Listo!