Los mosaicos son uno de los tipos de revestimientos más antiguos que existen.
Hoy en día, los mosaicos son una alternativa interesante en la decoración, dando la posibilidad de crear combinaciones de formas, relieves, materiales, colores y texturas que dan como resultado espacios originales, únicos y atemporales.
Los mosaicos a diferencia de las baldosas y azulejos tienen patrones más precisos y estilizados. Además, este tipo de revestimiento es más grueso y resistente (soporta bien la abrasión y la presión, y es difícil de romper).
Tipos de mosaicos:
- Mosaico de piscina
- Mosaicos de piedra natural
- Mosaicos de cristal
- Mosaicos metálicos
- Mosaicos de madera
Te damos 4 consejos prácticos para su uso:
1. Apuesta por un diseño uniforme
La decoración de paredes con mosaico se basa en dotar de uniformidad a las estancias, combinando los colores y formas del revestimiento con el resto de los muebles.
¿Un consejo? No dejes ni un centímetro de tu pared desnudo: piensa que este tipo de revestimiento también sirve para proteger las paredes de la suciedad, los vapores y la grasa.
2. Diseño bicolor, una tendencia atemporal
Los diseños en dos o tres colores suelen ser los más efectivos: de esta manera, podemos crear formas geométricas y jugar con las luces y sombras, agregando mayor valor decorativo al interior de la casa.
3. Colorea “por áreas”
Usa los mosaicos para crear división de espacios. No tienes por qué decorar toda la casa con el mismo estilo, ni siquiera con el mismo material. Asigna colores, texturas o materiales por zonas para definir los espacios visualmente, sin necesidad de generar barreras físicas.
4. Enmarca tus diseños
Los mosaicos tienen la ventaja de servir para destacar algunos elementos dentro de la decoración y ser un buen complemento para ciertos espacios, como la barra de la cocina, o el espacio de la ducha o de la bañera.
Al momento de decorar con mosaicos recuerda “menos es más”.